jueves, 24 de abril de 2025

Tarde Otra Vez

No me equivoco si digo que te amo,
pero lo hago si adivino hasta qué hora
No sé si yo soy
el personaje que hice de forma ridícula
o el sinsabor de su muerte en tu película.

¿Para qué es el amor si no te lo puedo dar
y se me queda enquistado, mudo
agonizante y testarudo
entre el pechamen y el paladar?
Hablo con el muro donde estaba
colgada una foto de tu madre.
Le pido guía
y que sea esa ausente hada
que deja en verde cada semáforo
por el que paso con cara apurada

En las columnas veo
tus manos sucias de tapia pintada,
la sangre de mi herida derramada
sobre la baldosa quebrada.
!Ay de tu cabello! que
no recogiste y perdió oscuridad
con el polvo del derrumbe del dolor
que dejó nuestra cordura aplastada

La calle se tiñó con
una sangre frenesí colorada
del actor y director del desastre.
Y la gente pasaba
mientras la composición
de una canción algo atorada
ambientada la funesta transición:
Roja, morada y anaranjada

Final: Negra y templada.
La noche y la sazón.

Así sea aprendiz de constructor
nunca voy a hacer nada.
Lo gasté todo en la casa que nunca
habité por agrietada.
No me equivoco si resalto lo fatal,
solo el tiempo dirá si hice mal
pero la inconformidad me ata
a ese triste andar
que me hizo un alma demorada.